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Rutina de gimnasio

Publicado el 05 septiembre 2012 por Dolega @blogdedolega

Gimnasio
Este post tendría que haber sido publicado ayer, pero se atravesó otro acontecimiento, así que los hechos son realmente de antes de ayer.

Como todo el mundo podrá suponer al día siguiente de mi inauguración en el gimnasio me levanté absolutamente demolida. Así que no pude hacer el seguimiento de mis chicas favoritas. Pero como lo que se empieza hay que seguirlo, por la tarde reuní las últimas fuerzas que encontré por los rincones y me dirigí al polideportivo a mi segunda sesión de “puesta en forma”.

Cuando entré, estaba la monitora del gimnasio, persona a la que conozco de hace muchos años, básicamente porque su hijo y el mío fueron compañeros de colegio un montón de años.

Saludos… cómo tú por aquí…pues ya ves…pues me alegro y me dirijo a mi bólido con pedales cuando escucho su voz:

-¿Ya tienes rutina?

-Pues no, no sabía que había que tener rutina.

-Mujer, si no quieres no pero aquí todo el mundo tiene su rutina.

Venga Dolega, déjate hacer una rutina que si no suena así como que siempre vas por libre…

-Sí, si hacemos una rutina, que así es mejor y tengo claro las cosas que tengo que hacer.

-Primero el cuestionario.

Qué manía con hacer cuestionarios en todas partes

-Vale

-¿Y que meta te has puesto para venir aquí?

Pues cual va a ser, adelgazar lo más que pueda antes de 15 días, porque cuando llegue allí me voy a liar a comer como una auténtica cerda, así que si puedo bajar medio kilo, pues medio kilo menos que traigo de vuelta.

-Pues quiero ver si puedo ponerme un poquito en forma y adelgazar, porque desde que dejé de fumar no paro de subir de peso y mi espalda ya se está quejando en serio.

Pero eso sí, de manera tranquila y sin prisas, yo sin prisas que a mí los gimnasios no me gustan y si encima lo pongo difícil, pues como que no.

-Vale, pues vamos a hacer una cosa, vete a la bicicleta mientras te configuro la rutina ¿vale?

Me voy a la máquina de pedales y le mete 15 minutos. Termino la bici, sale y me empieza a explicar la rutina.

-Mira vamos a ir viendo aparato por aparato cómo funciona cada uno.

-Pero oye, y digo, ¿Cuántos aparatos vamos a probar?

-Tú nunca has ido a un gimnasio, ¿no?

-Bueno yo si he ido a gimnasios pero siempre a clases. Que si aerobic, que si pilates, esas cosas.

-Ya. Pero es que esto es una sala de musculación y cada máquina es para una zona del cuerpo y unos músculos determinados.

-ahhhh (boca abierta de miedo) Pero esto no me pondrá ahí toda llena de músculos ¿no?

Mirada de madre de la monitora.

-Pues no creo, para que mentirte.

-Vale, sigue.

-¿Ves? Aquí pones las pesas, por ejemplo aquí diez kilos.

-¡No! De eso nada, que yo no puedo cargar ese peso ¡Que va, que va!

-No, si no tienes que cargar con nada. A ver tú subes las piernas y ya está. Prueba, ¿ves? Puedes perfectamente.

Me estoy empezando a sentir imbécil…

-¿Pero oye, cuantas máquinas voy a tener que hacer?

-Toda esta fila.

-¿Perdón, cómo dices?

Recuerdo que ya he dado el número de cuenta para que pasen la domiciliación.

-Toda esta fila hasta el final. Recuerda que son series de doce veces cada máquina ¿vale?

Esta tía esta de la olla ó sea loca, loca de remate. ¿qué parte no ha entendido de lo de “sin prisas”? Vuelvo a pensar en la domiciliación. Me pongo, una, dos, tres…

Poco a poco le voy viendo el final a la fila, ¡Dios que calor hace! ¡Venga Dolega que ya solo te falta una!

-Vale ahora vamos a la otra zona, la de pesas.

-¿Perdona?

-Sí, coge estas pesas. Son muy livianas, de tres kilos.

¡Pero si yo no podía ni con las de pilates de medio kilo!

¿Será que esta tía tiene algún rencor conmigo que yo no me acuerdo? ¡Dios, creo que fue a su hijo al que el Niño le rompió las gafas en el colegio cuando tenía ocho años!

-Así sin separar los codos del cuerpo, muy bien.

-¿Que tal tu niño?

-Bien ahí anda el pobre en el paro.

Joder, encima encabronada porque el niño está en el paro.

-¿Y el tuyo?

-Ahí trabajando.

¡¡¡Dolega, pareces boba, le has debido de decir que también estaba en el paro!!!

-Vale, ahora con la pelota pequeña, esa de ahí.

¿Lo ves? Si es que pareces tonta, hija mía ¡Pero si estas son las pelotas de pilates! Con lo mal que se me daban las jodidas pelotas…

-Ahora ahí, abdominales.

-Ufff yo creo que no me voy a acordar de tantas cosas ehh.

-No te preocupes, lo tienes todo en este librito. Está con tu nombre y lo tienes que dejar en aquel cajoncito.

Mira, previsora la chica. Venga Dolega, que ya te queda poco, porque ya no hay más maquinas, ni pesas, ni pelotas, ni asientos ¡ni nada más! Así que por huevos tienes que estar terminando.

-¡¡¡Ya está!!!

-Vale, ahora vete 10 minutos a la cinta de andar.

-¿Perdona?

-Si a la cinta de andar, ponla despacito.

No si te parece la pongo para correr la maratón, no te jode. ¡Dios que cansanciooooo! Ahhhh y encima ¡¡¡cuando me bajo de la maldita cinta me mareoooooo!!!

-¡Oye, que me estoy mareando!

-Nada, no te preocupes eso es la falta de costumbre, en un minuto se te pasa.

Bueno esta es la rutina. Esta primera semana no te voy a meter mucha caña, así que solo das una vuelta. La semana que viene das dos vueltas.

-Perdona, pero es que no te entiendo. A qué doy vueltas.

-¡A la rutina! Cuando terminas aquí, empiezas otra vez en la bicicleta y luego a las máquinas y así hasta volver a llegar a la cinta.

¡JAJAJAJAJJA! Ahora sí que estoy convencida que ésta mujer está completamente loca. ¡En cuanto llegue a casa tengo que corroborar lo de su niño! Me entran ganas de decirle que acaban de despedir al Niño a ver si bajan sus expectativas… No mejor no, no me vaya a castigar Dios.

-Yo creo que eso va a ser mucho para mí, ehhh

-Tú tranquila que ya verás cómo dentro de dos semanas ya no se te hace tan duro.

Claro que no, dentro de dos semanas salgo corriendo y en unos cuantos días no me vuelves a ver, jodía. ¡Vengativa, que eres una vengativa!

-Ahh vale, vale. Pues nada, hasta mañana.

-¡Dónde vas! Que tienes que estirar, ven aquí.

¡Dios! ¿No va a acabar este martirio todavía?

-Venga, hasta mañana.

-Hasta mañana, yo estoy aquí desde las once.

-Yo tengo que venir antes, sobre las nueve y media ó así que tengo cosas pendientes.

-Pues nada, ya sabes en el librito lo tienes todo.

Porque mañana tengo que hacer el seguimiento a mis amigas que si no…


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